Una de las principales amenazas que existen en nuestro distrito, es la circulación de vehículos dedicados al transporte de carga lo cual genera los siguientes problemas:
Riesgo de accidentes de tránsito.
Congestionamiento vehicular.
Deterioro prematuro en las vías.
Contaminación Ambiental (del aire y sonora).
Con la reciente promulgación del Acuerdo de Consejo Nº 017-2009-MM, se aprobó el Convenio de Cooperación Interinstitucional entre la Municipalidad Metropolitana de Lima y la Municipalidad Distrital de Miraflores, con el cual se faculta a los Inspectores Municipales de Transporte de Miraflores a fiscalizar al Servicio de Transporte de Carga.
Sorprende mucho que todavía continue el debate sobre el lugar de realización de la siempre esperada y bienvenida Feria del Libro.
Si bien es cierto que hace muchos años se viene realizando en nuestro emblemático Parque Kennedy constituyendo toda una tradición distrital, también es cierto que sus dimensiones ya rebasan la capacidad del mísmo, lo que no deja de alegrarnos porque demuestra el creciente interés del público por la lectura.
Por esta razón, se hace necesario que la Municipalidad ofrezca instalaciones apropiadas para un evento de tal magnitud y relevancia, y que mejor que el Estadio Bonilla, que cuenta con el espacio y la infraestructura necesaria para tal fin.
Esto demuestra que nuestra Comuna una vez más apuesta por la Cultura pero respetando el Orden en nuestro distrito, base mínima de toda convivencia pacífica.
No deja de llamar la atención, todo el barullo que se ha armado sobre el lugar de realización de la misma, como si en la ciudad y en el país, no hubieran otros temas más importantes de que ocuparse. Lujos que sólo pueden darse algunos vecinos, mientras el VRAE se desangra por ejemplo y los precios de los alimentos se disparan.
En primer lugar, no seamos alharacas. En ningún momento se ha puesto en cuestión que la bendita Feria se lleve a cabo en Miraflores, nada de eso. Total una vez más, los miraflorinos ya estamos acostumbrados a tener que ser, sí o sí, la sede de todo, aún en perjuicio de nuestros propios intereses, pues pareciera que el resto de limeños asumen que tienen un derecho adquirido de imponernos lo que debe hacerse en nuestro distrito, y nosotros la obligación de acatar a pie juntillas como mandaderos, privilegio con el que no contamos los miraflorinos respecto a los otros distritos.
En segundo lugar, nuestra administración municipal tiene TODO EL DERECHO Y TAMBIEN EL DEBER - por algo y para algo se la ha elegido - de decidir por si misma y sin intromisiones, de acuerdo a los criterios que estime convenientes, si un determinado espacio público reune las condiciones necesarias para la realización de una determinada actividad o no. ¿Quién mejor que los especialistas técnicos para esto?
En tercer lugar, ya es tiempo de desterrar de una vez por todas la cultura de lo menudo a la que muchos son afectos. ¿Por qué insistir sino en una feria abigarrada, apretujada, incómoda, de mercadillo?... Es que nos encantan los huariques pues. Tenemos miedo de apostar por lo nuevo, lo amplio, lo grande y por eso estamos como estamos, porque no queremos cambiar hábitos y costumbres, por malsanos que sean. No arriesgamos, nos falta audacia.
En cuarto lugar, ¿Qué pasaría si se produce un terremoto o algo similar con la feria en el Parque? Entonces ahí si, por supuesto, que le echarían la culpa a la Municipalidad sin compasión alguna. Los que ahoran la critican por la decisión tomada, se erigirían en sus fiscales más implacables y le imputarían hasta haber causado el epicentro.
En quinto lugar, se apela a la Tradición para que sea en el parque. ¿Y quién ha dicho que la tradición no puede cambiar, lógicamente para bien? Con esa lógica inmovilista, la Civilización no habría evolucionado, y seguiríamos en la Edad de Piedra, por salvaguar la tradición. Hasta una institución tan tradicional como la Iglesia Católica, permite por ejemplo que la comunión se de en la mano, en circunstancias como las actuales frente al riesgo de contagio de la gripe porcina. ¿Y nosotros no podemos cambiar la feria para algo mejor?... Por favor, no seamos ridículos!!!
En sexto lugar y hablando de la Iglesia Católica, ¿Dónde queda el derecho de los feligreses católicos de escuchar su misa en la Iglesia del Parque, tranquilos, sin que la bulla proveniente de la feria los perturbe o es que acaso ellos no tienen derecho, son "mantequilla"?
Solamente esta última razón, sería suficiente si realmente respetáramos el derecho de los demás, de todos, para que la feria se realice en otro lado pero no, a los católicos si se les puede mandar a otra iglesia, a pesar de que si de tradición hablamos, los fieles de la Iglesia del Parque preexisten en varias décadas de años a la primera feria realizada en el mismo, y sin embargo, no lloran.
En séptimo lugar, si nos quejamos de la permanente congestión vehicular de Miraflores, ¿Dónde se van a cuadrar los carros de los visitantes de la feria?, ¿En las fachadas y en los garajes de los vecinos?, ¿En los árboles?, ¿Dónde?...
Esperamos que se termine esta polémica que sólo sirve como distracción a los reales problemas de nuestro país.
Señor Alcalde Los vecinos de Miraflores lo hemos apoyado mayoritariamente en sus medidas para ordenar el tránsito y creemos que está en el camino correcto. Prueba de ello es que el comercio y ciudadanos al día les han dado un premio por hacer una excelente labor en materia de tránsito ordenado.
Le pedimos que se mantenga en esa misma línea y que se restrinjan los eventos en el centro de Miraflores. El parque Kennedy ya está muy saturado, tenemos a los artesanos, los pintores, los fieles que van a la Iglesia, además de los turistas. Por eso creemos que es muy buena la idea de que la feria del libro no se haga en el parque Kennedy, cuando puede hacerse en el malecón, frente al mar.
Tal vez los que tienen opiniones contrarias no son vecinos de Miraflores y no toman en cuenta el sentir de la comunidad miraflorina.
Nuestra tradicional Avenida Pardo, esta recuperando su antiguo esplendor y encanto, ahora que esta libre de tanta combi contaminante.
La verdad que es un placer poder volver a caminar por su alameda como en los viejos tiempos, sin tener que sufrir gritos y bocinazos de desconsiderados choferes y cobradores así como un ambiente contaminado por el smog.
Da gusto sentarse en sus banquitas a mitad del paseo y deleitarse contemplando sus añejos árboles, testigos mudos de varias generaciones de miraflorinos.
Confiamos en que la actual gestión del Alcalde Manuel Masías Oyanguren, seguirá velando por la conservación de espacios como éste.
Ahora los vecinos nos ahorramos un montón de tiempo trasladándonos de un punto a otro de nuestro distrito, especialmente en las horas punta, como cuando tenemos que ir a trabajar y andamos con prisa.
Iniciativas como ésta, son beneficios tangibles para los vecinos, y no nos queda sinó agradecer a la actual gestión del Alcalde Manuel Masías Oyanguren y alentarlo a seguir trabajando por mejorar la calidad de vida de nuestro distrito.
Estamos muy contentos con los nuevos semáforos con los que cuenta nuestro distrito, que permiten al peatón que se dispone a cruzar la calle, determinar el tiempo que tiene para hacerlo.
Esto es de gran utilidad especialmente para nuestros adultos mayores, discapacitados y menores, los que ahora pueden cruzar con tranquilidad la pista, sin temor a ser repentinamente embestidos por algún irresponsable chofer, de esos que abundan en nuestra ciudad.
Obras como ésta, demuestran que el Alcalde Manuel Masías Oyanguren, también piensa en sus vecinos más vilnerables.
La Municipalidad de Miraflores ha ganado el primer premio por buenas prácticas en gestión pública, como parte del Concurso "Las Buenas Prácticas en Gestión Pública 2009", organizado por "Ciudadanos al Día", institución encargada de identificar y reconocer experiencias gubernamentales exitosas.
Es justo reconocer al equipo municipal liderado por el Alcalde Manuel Masías Oyanguren, que ejecutó un proyecto destinado al restablecimiento del orden vial, el fin progresivo de los embotellamientos, la generación de olas verdes, la neutralización de la contaminación sonora y la disminución de la polución y severa contaminación ambiental.
Finalmente, tenemos que destacar que este es un logro fundamental para la buena salud de nuestros vecinos, tanto física como emocional, que no tienen porque tolerar el uso indiscriminado de bocinas y la contaminación producida fundamentalmente por el transporte público.